miércoles, 15 de julio de 2009

Bueno por conocer

(Esta entrega tiene más de una semana escrita sin tiempo de publicarla. Ahora comenzaron las vacaciones de verano y junto con el curso intensivo de catalán, !no queda tiempo ni para el blog!)

Que distinta es mi nueva Barcelona de mi vieja Barcelona. Bien dicen que no es lo mismo ser inmigrante que ser turista.

Pero no me malinterpreten, me gusta mucho mi nueva Barcelona, pero es muy distinta. Con decir que en tres meses que ya llevamos aqui, no he ido ni una vez al barrio gótico. A la Sagrada Familia la vi de refilón cuando iba en camino a una cita de Yolanda.

Mi antigua Barcelona era una ciudad de caminares sin prisa y sin fin, de intensas sensaciones, de constantes asombros ante la diversidad y originalidad de sus construcciones. De manifestaciones culturales en cada esquina.

Recuerdo que al final de mi primera visita a Barcelona con mi amiga querida Ana Maria, le dije que me encantaba el espíritu de esta ciudad y que algún día me gustaría vivir aquí. No muy original yo, la verdad. Pero mira tú que la vida me lo cumplió… pero me trajo a otra Barcelona.

Ahora vivo en una Barcelona de parques infantiles en cada esquina, de sesiones de ejercicio en el paseo marítimo, de horarios incompatibles del trabajo con guarderías y colegios, de facturas de celular, agua y luz, de mercados diarios, de presupuestos justos, de caballitos (y carritos, motos, delfines, etc.) de monedas, de zoológico, de aquarium... En fin, una Barcelona de pareja sin trabajo fijo y tres niños pequeños.

Que Barcelona es una ciudad bohemia y culta nos porfiaba un amigo el otro día. Depende de cuál ciudad veas respondía mi esposo. La ciudad de los borrachos que dejaban diariamente el paseo marítimo lleno de basura, bolsas de MacDonald vacías y de botellas de cerveza? La ciudad de los dueños de perros que, teniendo un espacio especialmente asignado para el esparcimiento y las necesidades de los perros, no recojen los desechos de sus animales y dejan el parque lleno de excrementos? La ciudad en la que los colegios terminan a las 4:30pm y las oficinas a las 7pm?

Pero es que podemos ver el vaso medio lleno, pensé yo. Es la ciudad en la que a las 7 de la mañana hay un batallón de gente limpiando las playas y el paseo marítimo. La ciudad en la que HAY espacios asignados para las necesidades de los perros. La ciudad del bicing.

La ciudad en la que hay una campaña de la Generalitat llamada "Llegir ens fa lliures" o "leer nos hace libres" en la que distribuyen fragmentos de libros de autores catalanes en las estaciones de metro y de tren. Gracias a estos mini libros he podido sentir que el ser intelectual que vivía dentro de mi no ha muerto. Además de descubrir autores catalanes interesantísimos he practicado catalán en el metro y en el tren.

Además, Barcelona es una ciudad con mucho estilo. Y esto podrá sonar superficial y banal, pero es muy agradable circular por un lugar donde pareciera que trabajan los más creativos publicistas, los mejores diseñadores gráficos, los mejores fotógrafos y arquitectos. Pareciera que el Ayuntamiento y la Generalitat han hecho un punto de honor hacer las cosas con estilo. Posiblemente muchos estén en desacuerdo conmigo y les parezca que todo esto que estoy escribiendo esta equivocado. Pero bien dicen que la belleza está en el ojo de cada cual (beauty is in the eye of the beholder). Y ultimadamente este es mi blog y si quieren discrepar, ahí está el espacio para los comentarios.

En definitiva, lo que quería decir con todo esto, es que hasta ahora, con sólo tres meses de estar aqui, me encanta Barcelona, y me encanta más que no sea perfecta pero que quiera serlo.