
Primero pido disculpas si el título de esta entrega ofende la sensibilidad de mis amigos latinoamericanos. En realidad podría ofender a todos los que no sean españoles.
Pero les pido paciencia, se explicará en el desarrollo del blog.
Uno de los shocks más difíciles de asimilar de esta aventura española- digo catalana-, ha sido lo escatológico de la cultura. Me explico. Aqui todo el mundo se caga en todo. Lo que nosotros pudorosamente llamamos el trasero (el derriére si eres muy fino), las nalgas (menos fino) o algún otro eufemismo, aquí es el culo sin ningún pudor (o el cul en catalán). Así que escuchar a Manuel hablar del culo es algo a lo que todavía no logro acostumbrarme (y lo hace MUY a menudo).
Pero volvamos a la navidad.

Pero si es que hasta el grupo musical Estopa (famoso aqui en Catalunya, no sé hasta donde llega su fama en el resto de España y el mundo) pegó una cancioncita que se convirtió en el hit navideño y cuyo coro decía (otra traducción libre):
En un pesebre tiene que haber el niño Jesús y San José (...)
pero sobre todo tiene que haber un caganer...
Avellanas y turrón
Si no cagas, tió
Te daré un golpe de bastón
Nosotros vivimos nuestra primera cagada de tió en la guardería de Jorge, donde el tió le trajo una pelota a Jorge y a nosotros, un calendario del 2010 con una foto de Jorge preciosa. Pero además, el tió le trajo una caja grandísima llena de instrumentos musicales al salón de Jorge.
El tió llega a las casas catalanas (y a los colegios y a todas partes donde haya una pequeña comunidad) el 8 de diciembre (día de la Inmaculada Concepción, alguien dijo algo de sincretismo?). Y a partir de ese día se le cuida, arropándolo con una manta y dándole de comer. Mientras mejor alimentado está el tió, mejor caga. Una lógica imbatible, no?
Es obvio que el tió viene de un pasado rural, donde el tronco era la fuente de calor de una casa. Era diferente en cada casa, porque cada uno agarraba el tronco que quería y le pintaba la cara que quisiera. Hoy en día los venden todos iguales.
Investigando en internet encontré una página que dice que cuando el tió termina de cagar (cuando ya ha sido azotado lo suficiente supongo) caga un arenque salado, un ajo, una cebolla o se mea en el suelo. Toda una joyita, el tió…
En teoría, el tió sólo caga cosas pequeñas, porque los regalos grandes los traen los Reyes Magos el 6 de enero.
Pero encima de eso, también aparece el Papá Noel trayendo regalos el 24 de diciembre, porque por muy catalanes que sean, la influencia gringa no se deja de sentir.
Ahora pueden imaginarse la de complicaciones que hemos tenido nosotros para congeniar al Niño Jesús (que es la tradición que sentimos como nuestra y que era el que había traido los regalos de navidad en nuestra casa hasta ahora), con el tió, con Papá Noel y con los Reyes Magos.
Manuel todavía no las tiene todas consigo. No entiende porqué a otros niños, les trajo regalos el tió y papá noel y a él sólo le trajo unas chucherías el tió. La verdad es que nosotros no queremos llenarlos de regalos. Basicamente no podemos llenarlos de regalos a los 3 pero tampoco nos parece lo correcto. No es la forma en que queremos educar a nuestros hijos. Asi que decidimos optar por los Reyes como los traedores de regalos porque todos los niños estarán recibiendo regalos ese día.
Y para Manuel, el Niño Jesús y Papá Noel delegaron en los Reyes los regalos que venían para España.
¿Ya estoy alucinando al Mico-mandante o está en la repisa cagando a cierta distancia del gordito Michelín?¿Sí es Chávez? Porque yo pensé que sólo la cagaba en Venezuela.
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